20 años de Facebook, una utopía digital gobernada por el poderoso caballero don dinero
Facebook sopló ayer 20 velas y lo hizo con 3.000 millones de usuarios a su vera, una cifra con la que la famosa red social mantiene incólume su estatus de formidable máquina de hacer dinero, si bien el artífice de la criatura, Mark Zuckerberg, tiene actualmente la mirada puesta en nuevos y ambiciosos proyectos.
El 20º aniversario de Facebook ha estado envuelto a la polémica, que ha sido una constante, al fin al y cabo, durante las últimas dos décadas en el seno de la red sociales. Cuatro días antes de celebrar tan insigne efeméride, Mark Zuckerberg, cofundador y CEO de Facebook, comparecía ante el Senado de Estados Unidos, donde un senador republicano le acusaba de tener las manos manchadas de sangre.
Todo una ocurría en el transcurso de una audiencia con el foco puesto en la seguridad de los menores en la red de redes, la misma que sería extraordinariamente deficitaria en Facebook e Instagram. Durante la sesión en el Senado Zuckerberg se disculpó personalmente con los padres de víctimas de las redes sociales que estuvieron presentes el pasado miércoles en la Cámara Alta de Estados Unidos
Al día siguiente de tan amargo incidente Zuckerberg, que sigue teniendo definitivamente «baraka», anunció un incremento del 25% en la facturación de Meta, la matriz de Facebook, y unos beneficios de 14.000 millones de dólares en el periodo comprendido entre octubre y diciembre de 2023, tres veces más que las ganancias cosechadas durante el mismo periodo del año anterior.
20 años de éxitos y polémicas
El contraste entre una y otra noticia (controvertida una y jubilosa la otra) es el epítome de lo que ha ocurrido en Facebook en el transcurso de los últimos 20 años. En las últimas dos décadas la red social ha tenido que afrontar escándalos directamente emparentados con la protección de datos. Sobre Facebook e Instagram han planeado igualmente de manera pertinaz múltiples acusaciones sobre el supuesto daño que ambas plataformas infligen en la salud mental de los más jóvenes. Y Facebook ha estado asimismo en la mirilla por ser supuestamente receptáculo de campañas online procedentes de Rusia cuyo último objetivo sería manipular la opinión pública en Estados Unidos.
Así y todo, y pese a los escándalos, los usuarios siguen arrojándose con entusiasmo en los brazos de Facebook, Instagram y WhatsApp, las tres principales plataformas de Meta. Y por esta razón los anunciantes siguen regando también copiosamente las arcas del emporio levantado por Mark Zuckerberg hace ahora 20 años.
Facebook y compañía conocen tanto los intereses personales de sus usuarios que permiten a los anunciantes segmentar sus campañas publicitarias al milímetro para conectar de manera extraordinariamente precisa con el target adecuado. Y eso que hace tres años Apple propinó un severo golpe al negocio publicitario de Facebook al obligar a los desarrolladores de aplicaciones a solicitar explícitamente el consentimiento de los usuarios si iban a recabar información personal sobre ellos mediante el identificador IDFA.
En el cuarto y último trimestre de 2023 3.980 millones de usuarios accedieron a alguna de las plataformas de Meta al menos una vez al mes. Y 3.190 millones de usuarios lo hicieron incluso con periodicidad diaria. Por su parte, Facebook, el pilar del imperio levantado por Mark Zuckerberg, tiene la friolera de más 3.000 millones de usuarios mensuales activos y 2.110 millones de usuarios diarios activos.
Estamos ante cifras de dimensiones absolutamente ciclópeas, especialmente si tenemos en cuenta que hay una población global de 8.000 millones de personas (y no todas tiene acceso a internet).
Durante algunos años Zuckerberg se propuso llevar la red de redes a todos los rincones del planeta con la ayuda de satélites y drones automatizados. Sin embargo, el cofundador de Facebook tuvo que ceder el testigo de tan colosal ambición a las empresas de telecomunicaciones.
La IA y el metaverso, las dos nuevas obsesiones de Mark Zuckerberg
Actualmente Meta y Mark Zuckerberg están concentrados en dos grandes proyectos: la inteligencia artificial (IA) y el metaverso. Zuckerberg cree tantísimo en el potencial de los universos virtuales que en el otoño de 2021 llegó al extremo de rebautizar a Facebook con el nombre de Meta en un clarísimo guiño al metaverso.
Puede que Facebook sea el origen de todo, pero hoy por hoy forma parte de algo mucho más grande. De hecho, la compañía liderada por Mark Zuckerberg quiere en el futuro dejar de desplegar el número específico de usuarios de Facebook y dar en su lugar cifras globales de uso en todo el ecosistema de Meta.
Entretanto, el metaverso con el que sueña Zuckerberg devora ingentes cantidades de dinero en Meta (y eso que sigue siendo un diminuto nicho en términos de negocio). Solo durante el año pasado Reality Labs, la división consagrada al metaverso de Meta, arrastró unas pérdidas operativas de 16.000 millones de dólares y logró una facturación de apenas 1.900 millones de dólares.
Durante algún tiempo el aumento de la inversión en Reality Labs fue paralela al declive del negocio publicitario de Meta, lo cual soliviantó a los inversores, a quienes sentó a cuerno quemado que la compañía gastara tanto dinero en una tecnología que no tenía visos de traducirse en resultados a corto plazo. Sin embargo, la fenomenal máquina de hacer dinero que es Meta vuelve a funcionar a pleno rendimiento y ya pocos cuestionan la generosa inversión que continúa engullendo la división Reality Labs.
Conviene además hacer notar que en el transcurso del último año la obsesión de la matriz de Facebook con el metaverso ha pasado hasta cierto punto a un segundo plano por culpa del «hype» que aletea actualmente en torno a la IA.
En este ámbito Zuckerberg aspira a desarrollar los «productos más populares y más avanzados de IA». ¿El objetivo? Agasajar a los usuarios de Meta con poderosos asistentes con IA y brindar a las empresas la posibilidad de desarrollar chatbots ad hoc para comunicarse con sus clientes.
¿Significa eso que el futuro la gente se comunicará en Facebook más con inteligencias artificiales que con personas de carne y hueso? «La gente quiere autenticidad», aseveraba hace poco Chris Cox, director de Productos de Meta. La integración de la IA en Facebook y el resto de plataformas de Meta nace a bote pronto con el objetivo de espolear la creatividad de los usuarios y también de hacer más fáciles sus vidas en la medida de lo posible.
Lo que parece claro es que la idea, simple pero eficaz, en la que echó anclas Facebook en sus inicios parece abocada a protagonizar un giro copernicano en las años venideros ante el irresistible auge de la IA y el metaverso.
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