Los Ideales de Francisco de Miranda

Por Elio Barreto Parra

Sebastián Francisco de Miranda, nació en el valle del Ávila, Caracas, el 28 de marzo de 1750, su padre, oriundo del valle de la Orotava, Islas Canarias y su madre de la élite caraqueña. Según los historiadores, se quita el nombre de Sebastián y se queda sólo como Francisco a la muerte de su hermano menor Francisco Antonio Gabriel.  Su educación primaria se realiza con los mejores maestros de su época, continúa estudios en el colegio Santa Rosa, allí hace un curso de artes, posteriormente estudia en la Real Universidad de Caracas: filosofía, derecho, historia, idiomas (latín y griego). Concluidos sus estudios el padre lo envía a Madrid, España, con el fin de servir en el ejército de la corona española, a la que llega el 28 de marzo de 1771, el mismo día que cumple 21 años.

En l772, a los 22 años, adquiere a un costo de 85.000 reales de vellón (8 pesos fuertes), la patente de capitán de infantería y es adscrito en el regimiento de la princesa.

Su estadía en Madrid, la dedica a reforzar su cultura, adquiriendo con profesores particulares una excelente formación en matemática, geografía, arte militar e idiomas vivos de Europa: inglés francés, italiano y español. Después de cinco años la corona lo asigna al norte de África, para defender a España en su guerra contra los Moros, y actúa en Ceuta, Oran y Melilla. Sobresaliendo en la toma de la ciudad de Argel. Su talento militar y valentía es envidiable, esto unido a su espíritu de libertad conspira en su  contra chocando con sus superiores que lo envidiaban y lo reportaban por desacato a la corona y hecho preso en el Castillo de las cuatro torres (La Carraca), en Cádiz, la misma prisión que posteriormente será escenario de su muerte. Al ser nombrado su gran amigo, el coronel Juan Manuel Cajigal, gobernador de Cuba, éste aboga por Miranda y la corona lo nombra su edecán y ayudante de campo, con el título de supernumerario del regimiento de Aragón. Su cultura y nobleza despierta nuevamente envidia en Cuba y lo acusan de haber participado en Jamaica, en actividades contra la Corona, incitando al pueblo a sublevarse, con incendiario discurso.

Es encarcelado en la Habana y nuevamente Cajigal le proporciona la huida y se va a Estados Unidos, donde gracias a sus ideas republicanas, hace amistad con George Washington, María José Lafayette, Benjamín Franklin. Los dos primeros fueron sus padrinos, cuando lo inician en la masonería en una logia de Filadelfia, y lo integran al ejército norteamericano con el grado de mayor. Interviene en la batalla de Pensacola, obteniendo una gran victoria, por lo que es ascendido a teniente coronel; interviene decisivamente para que Washington triunfe en la batalla de York Town.

Posteriormente realiza su acción más importante, provocando la derrota de los ingleses en la Bahía de Chesapeacke, lo que permite la entrada de la flota francesa dirigida por el almirante Conde de Gross, actuación bélica que representa un paso más a la independencia de los Estados Unidos,

El tres de septiembre de 1783 es firmado el tratado de paz con tos ingleses y Miranda es ascendido a coronel.

Miranda ve brotar la primen democracia de los tiempos modernos; presencia y participa en la instauración de un nuevo estado, bajo los principios filosóficos de que todos los hombres nacen libres e iguales, piedra fundamental de la Carta Magna del país del norte y al mismo tiempo principio ancestral y primigenio de la masonería universal. Y al iniciarse, en la masonería, reafirma el juramento de luchar contra la tiranía y los tiranos, contra la ignorancia, el fanatismo y las pasiones exacerbadas, pasiones éstas que nos llevan a vivir en el mundo de las quimeras, haciendo de nuestras vidas una ilusión pasajera.

Es lógico pensar que todo lo sucedido en la creación de esta nueva república, lo lleve a acariciar la idea de que lo que allí  había ocurrido, debería pasar en el resto de la América.

Desde 1785 se dedica a viajar por toda Europa, siempre con nombres falsos, ya que la corona española lo perseguía con los cargos de traición, y temía ser extraditado. Llega a Londres, donde despierta gran admiración y la prensa lo saluda como el campeón de la libertad de las colonias hispano americanas. Recordemos que España e Inglaterra fueron enemigos en varias guerras, tácticamente Miranda era amigo de los ingleses y a pesar de un tratado recientemente firmado por los dos países, Inglaterra negó la extradición de Miranda cuando fue solicitada.  

En Londres observa el funcionamiento del Parlamento, el más antiguo y eficiente de toda Europa para la época, allí se discutía los problemas del imperio, para beneficio del mismo imperio y no se utilizaba el verbo para provecho personal de los legisladores, la diatriba y el bochorno.

Entabla amistad con el joven político Pítt, jefe del gobierno ingles, a quien plantea sus ideas para la independencia de Hispano América. Miranda deja muy claras las dos condiciones para la ayuda que solicita, las cuales consta en sus documentos. Ellas son 1. “No debe existir compensación territorial. Abriremos nuestros puertos a los ingleses, daremos facilidades para el comercio, pero no queremos protectorado, ni posesión, ni ninguna manera de compensación territorial”.2. Mi único fin es la independencia de los países de América de la dominación española, pero que fuera de eso, no se me debe pedir, y no estoy dispuesto a otorgar ninguna contribución a la guerra contra España, ni el daño a España en ningún otro terreno. Mi fin es absolutamente patriótico, y desde el momento en que el interés de la independencia se aparte, no quiero tomar absolutamente parte alguna en la enemistad de Inglaterra contra España”. Miranda en su primera condición nos da una lección de principios morales y valore éticos. La patria es sagrada. No debe cambiarse una esclavitud por una libertad condicionada. En la segunda condición nos da una lección de honor  y pundonor  que todo hombre debe poseer, para que podamos considerarlo como tal porque de lo contrario, tendrá hurtado el calificativo de hombre y el de Masón.

Es el año 1789. Casi 40 años y ha hojeado abundantemente el gran libro del universo, sin dejar de anotar y aprender. Comienza a sentirse el calor de la llama de la Revolución Francesa. Por su mente cruza la idea de que lo que no ha podido conseguir en Londres, tal vez podría ser un hecho en la Francia revolucionaria. Pasa por Paris, pero tiene que regresar nuevamente a Londres a entrevistarse con el primer ministro Pitt y de nuevo a esperar la ayuda prometida como anteriormente había esperado; pero como la misma no se materializa, en marzo de 1791, decide irse a Francia, ingresa al ejército de Francia, porque éste le declara la guerra a Austria, Rusia, Inglaterra, Holanda y a España, obtiene brillantes victorias, batalla de Brisquenay, en los tórridos lodazales de la Champaña derrota a su antiguo amigo, duque de Brunswick triunfa en una de las batallas más importantes de Francia: Valmi, por lo que se conoce como el héroe de Valmi. Retira al poderosísimo ejército de Prusia hasta Argona.

Su aureola se hace grande en Francia. De él dijo Napoleón. “Miranda lleva el fuego sagrado en el alma”. Más la intriga y la envidia surgen en su contra en las pequeñas almas de su época, lo acusan de traición y es pasado al tribunal revolucionario. Demuestra que las acusaciones son Infundadas, después de 18 meses de prisión es absuelto, y una vez más gana una nueva batalla. Miranda sale de Francia y regresa a Londres, se instala en la casa No. 27 de Grafton Steet, hoy Grafton Way, dedicándose al estudio de los clásicos griegos y latinos. Estudia música y escoge como instrumento la flauta, nacen sus dos hijos: Leandro y Francisco, de la unión con Sarah Andrews, quien le fue devota y fiel en la vida y en la muerte. Da lecciones de matemáticas al futuro libertador y fundador de Chile Bernardo O’hinggins. Funda la Logia Lautaro, sitio donde inicia al mismo O’Hinggins, Simón Bolívar y a José de San Martín entre otros; también funda la Logia la Gran Reunión Americana.

Es el año de l806, con 56 años de inmenso vivir, cuando muchos estamos pensando en el retiro tranquilo, el disfrute con su familia, el Miranda tenaz sale en el buque “Leander” más dos buques pequeños, con una tripulación mal armada y sin una preparación militar adecuada, total una odisea, y esto lo logra mediante un préstamo que obtiene, pues la ayuda solicitada a Inglaterra no le llegó, y cansado de esperar emprendió su viaje hacia su país, con la idea libertaria que siempre fue su norte. Elabora una bandera con los colores negro, rojo y amarillo, en honor a las razas imperantes en su patria; negros, pardos e indios, pero a los pocos días cambia de parecer, e idea una nueva bandera con los colores primarios, amarillo, azul y rojo, con la combinación de esos tres colores primarios se obtiene una escala de los mismos.

Algunos historiadores describen múltiples conjeturas acerca de la inspiración de Miranda, para idear nuestra bandera, una conjetura es que su inspiración fue una hermosa europea que lo cautivó.

El amarillo por su radiante cabello, el azul por sus lindos ojos, y el rojo por sus ardientes labios.

Otros  aseguran que no hay explicación real sobre el origen de los colores de nuestro pabellón nacional. Nuestra historia patria esta cargada de ese tipo de imprecisiones en cuanto a personajes, fechas, lugares y circunstancias, lo cual ha producido confusión entre nosotros a la hora de afirmar o negar una versión. Me voy permitir transcribir las palabras que pronuncio Miranda en la Vela de Coro, punto de su desembarco, las cuales aparecen en sus memorias escritas en varios volúmenes, que suman sesenta y tres tomos, que la Academia Nacional de la Historia recogió a través de las memorias que nos legó el generalísimo, cito: “Esta bandera que ahora lego a los venezolanos con los colores amarillo, azul y rojo, tienen el siguiente significado: amarillo, como la flor de la Acacia que cobijó el cadáver de Hiram y como la luz que esplendió en la colina de su tumba; luz solar; iluminación interior; dispersión universal y generalización comprensiva Azul: como la masonería universal, azul, la oscuridad devenida visible, el crepúsculo matutino, devoción, plenitud, inocencia primogénia. Rojo: como la propia sangre de Hiram derramada por los felones. La sabiduría y el amor para la regeneración del mundo, la cruz de los caballeros el templo, el salve de los alquimistas, la pasión adorante de la reina Bali”.

Como se puede observar, ese discurso contenía una serie de términos que resultaban incomprensibles y confusos para los asistentes al acto en la Vela de Coro que no era una multitud y actualmente muchos no atinan a interpretar en profundidad el significado de esas palabras, las cuales son en realidad aspectos y personajes importantes en la masonería y su simbolismo es manejado por masones en el grado de maestro.

La superioridad numérica de los españoles hace que Miranda se retire, se asile en Trinidad después de muchos avatares, en 1807 viaja a Londres, entre 1808 y 1810 fue lugar de reunión  de todos los lideres hispano americanos e iniciación en las Logias antes mencionadas de: Andrés Bello, Luís López Méndez, José Maria Vargas y muchos otros  que con el correr del tiempo tuvieron destacada actuación durante y después de nuestra independencia. En 1810 lo invitan a regresar a la patria. Vuelve para realizar su más caro ideal, la creación de un gran país libre, que comenzaba en el norte de la América española y culminaba en la Patagónica. Un país que quiso llamar: Colombeia.

La historia que sigue en los años 1811, 12,13 y 14 es harto conocida, la República cae bajo las botas realistas y el generalísimo, el hombre que por su valor inscribió su nombre para siempre en el Arco del Triunfo de Paris, termina prisionero, acusado de traición, en la Guaira es detenido por sus propios subordinados. Célebre es su frase en ese histórico y triste momento: “Bochinche, bochinche, bochinche. Esta gente no sabe sino hacer bochinche”. Bochinche que se refleja en el Congreso Nacional, cuyos componentes actuaban y tomaban desiciones a espaldas del pueblo. Bochinche en nuestros planteles educacionales, cuyos educadores de nuestros hijos, hoy son tomados en cuenta para todas sus obligaciones sociales. Bochinche en nuestros hospitales, que a nivel nacional han sido dotados, para prestar asistencia médica óptima. Bochinche compatriotas, que debemos erradicar para rescatar el orden y la disciplina necesarias, para poder alcanzar el sitial que le corresponde a nuestro país, pero eso si unidos, en la unión esta la fuerza.

Después  de su detención fue trasladado como reo de estado a las cárceles de la Guaira, Puerto Cabello, Puerto Rico y de allí al castillo de las cuatro torres de “La Carraca”, en Cádiz. El gobernador de Cádiz, escribió al Rey para avisarle que allí estaba preso el revolucionario Francisco de Miranda y se esperaban sus ordenes para saber qué hacer con él. El rey contestó, “que la Inquisición lo buscaba por la herejía de ser Masón y ordenó que Miranda fuese entregado a la Inquisición”.

Todas las gestiones realizadas por los miembros de la Francmasonería para tratar por todos los medios de devolver la luz de los caminos, a aquel abnegado luchador que jamás se rindió ante la adversidad, fueron infructuosas. El 14 de julio de l816, a los 66 años de edad, murió el ilustre venezolano, víctima del escorbuto, sin dentadura, lleno de pústulas, sin la asistencia médica que pedía, pero que siempre le fue negada, diciéndosele: “Arrepiéntase de haber traicionado al Rey y confiésese. Después tendrá la asistencia que pide”. Para enterrado, fue envuelto en la ropa de su cama y no se colocó ninguna señal en su fosa. El fanatismo no concibe la piedad.

Mientras en Londres permanecían sus hijos Leandro, de 13 años y Francisco de 10, en compañía de su madre Sarah Andrews. Afortunadamente para la historia, sus memorias estaban con ellos en Inglaterra. Miranda amó la vida en toda su dimensión. Amo las obras de artes, los palacios, la naturaleza, los libros del saber y la belleza esplendente de la mujer, a propósito debemos recordar el párrafo de una carta que Miranda escribió a Petión, en la cual afirma: “Por mi parle os recomiendo una cosa, sabio legislador, y son las mujeres… ¿por qué en un gobierno democrático, la mitad de los individuos, las mujeres, no está directamente o indirectamente representadas, mientras que si están sujetas a la misma severidad de las leyes que los hombres hacen a su gusto? ¿Por qué, a lo menos, no se las consulta, respecto a las leyes que las concierne más particularmente, como las del matrimonio, del divorcio, de la educación de los hijos etc.? Yo os confieso que todas esas cosas me parecen injusticia irritante y muy dignas de ser tomadas en consideración  por nuestros sabios legisladores americanos y europeos, los cuales aunque en se mayoría reconocían la injusticia de este estado de cosas, nunca pudieron explicarme  su plausible razón de ser”.

Miranda nos legó, a través de sus memorias, la verdadera historia del mundo de su época. Reformó el código carcelario de Dinamarca. Es el primero en hablar de los derechos constitucionales de la mujer. Dejó una extensa obra periodística en el periódico “El Colombiano”. Fue uno de los impulsores de la obra Geo-Política del Canal de panamá. Uno de los estadistas preocupados por el agro americano. Versado crítico de arte. Fue protagonista del levantamiento de Gual y España, del dedo de Madariaga, del empujón de Salías, inspiro la iniciación  en la masonería de José Antonio Páez, Antonio José de Sucre, Antonio Mariño, y muchos otros.

Fue hombre de ideas y pensamiento libre, permita el Gran Arquitecto el universo retomemos sus pasos, para que despertemos del letargo en que nos ha sumido la abulia y el desafecto por la patria.

Que así  sea.

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